“Una niña de nueve años debe elegir entre la fe de su padre o de su madre” (Titular publicado en el diario El País. 12 de mayo de 2017).
Conflicto religioso, en donde se ven involucrados menores, en este caso entre un padre católico y una madre testigo de Jehová, divorciados, que pugnan sobre liturgias y formas de vida. Conflictos que son más habituales de lo que pueda parecer en el ámbito escolar, recibiendo Europa Laica quejas y consultas con cierta frecuencia, en ocasiones de muy compleja solución.
Con esta cita ha comenzado Francisco Delgado, presidente de la asociación Europa Laica, su intervención ante la Subcomisión de Educación en el Congreso de los Diputados por la elaboración de un gran pacto de estado social y político por la Educación.
La asociación Europa Laica considera “imposible” que se alcance en España un pacto educativo “equitativo y verdaderamente democrático” si antes no se derogan los acuerdos concordatarios con la Santa Sede, que obligan a ofrecer la asignatura de religión en los centros de enseñanza.
“Es una grave anomalía del sistema educativo, consecuencia de una Transición mal cerrada”.
Delgado ha pedido a los diputados que la religión salga del currículo y del horario lectivo, que no se permita la simbología religiosa en los centros educativos y que en la escuela no exista espacio para transmitir moral y dogmas que en ocasiones son contrarios a la legislación española.
Según el presidente de Europa Laica, que ha lamentado que el sistema educativo español no esté secularizado y tenga una “orientación confesional básicamente católica”, existe evidencia de que la Iglesia Católica y el empresariado privado “han seguido ganando poder en la enseñanza”.
Según cálculos de esta organización, el Estado destina más de 600 millones de euros a “impartir doctrina católica” y emplea a casi 20.000 profesores de religión.
Delgado se ha quejado de que los profesores de religión, que entran por una “puerta distinta” -en referencia a su nombramiento por parte de los obispados- al resto de educadores que acceden a su plaza por oposición, tengan más derechos que los interinos en determinadas comunidades autónomas y en ocasiones impartan otras materias o sustituyan a otros profesores.
Preguntado acerca de qué habría que hacer con esos profesores de religión si se suprimiera la materia, Delgado ha dicho que es un “problema serio” que tendrán que abordar tanto el Parlamento como las Comunidades Autónomas, ya que son personal laboral al servicio del Estado pero no tienen los mismos méritos que los docentes que acceden por oposición.
El representante de la asociación considera que la presencia de religión en las aulas “contraviene el derecho a la libertad de conciencia del menor de edad” y fomenta la segregación en función de las creencias religiosas desde los 2 años.
Sin embargo, ha defendido que el “hecho religioso” forme parte del currículo educativo de una manera transversal que incluya diferentes “cosmovisiones”.
Delgado ha afirmado que el alumnado de religión en centros públicos desciende cada año y en la actualidad es inferior al 45 %.
Por último, ha subrayado que los conciertos son una “anomalía” del sistema educativo que responde a intereses políticos, confesionales y mercantiles.
Con este argumento ha denunciado una “tendencia privatizadora” de sectores liberales y católicos, especialmente en Educación Infantil y Formación Profesional.
Referencias:
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Desde la Plataforma Laicista de Jerez demandamos la denuncia y derogación del Concordato y los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede, así como todos los suscritos en el mismo sentido con otras confesiones religiosas.