
La ministra de Defensa presidiendo la misa de ofrenda del Ejército en los Capuchinos (fuente: @Defensagob)
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«Su Excelencia, la ministra de Defensa, Doña María Dolores de Cospedal, ha acudido este primaveral Martes Santo a Jerez, donde ha visitado varias cofradías y ha asistido a la tradicional misa de ofrenda del Ejército en el Convento de los Padres Capuchinos. Su Excelencia ha sido nombrada Hermana Honoraria de la Hermandad de la Defensión. En primer lugar, y acompañada por el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, la ministra ha visitado la Hermandad de la Clemencia, cuyo palio procesiona este año por primera vez en la Semana Santa jerezana.»
¡Vale! Ya está bien. Olvidemos el blanco y negro.
Recientemente escribíamos una entrada solicitando a nuestros representantes públicos que se abstuvieran de participar en actos religiosos y, en caso de hacerlo, que fuera exclusivamente a título particular. Pues bien, lo visto hoy en nuestra ciudad es un completo abuso que rompe con la supuesta neutralidad confesional del Estado; podríamos decir incluso que es una muestra más de la vacuidad del concepto de aconfesionalidad que recoge el artículo 16 de la Constitución de 1978.
El capítulo que hemos presenciado hoy en Jerez nos ha mostrado a la máxima autoridad de la defensa en España, su ministra, oficiales generales del Ejército y del Aire, un batallón de honores y representantes electos del Ayuntamiento realizando una ofrenda durante una misa.
¿Qué lectura extraemos de este hecho? ¿Acaso hemos de asumir que la defensa de este país está en manos de la imagen que representa a una cofradía? Porque estas personas no han acudido a la misa como creyentes que profesen devoción a esta imagen, sino que lo han hecho en calidad de representantes electos los unos, o de personal perteneciente a las Fuerzas Armadas los otros.
Donde muchas personas restan importancia a este hecho o sólo le atribuyen un componente costumbrista o tradicional, nosotros vemos la participación de personalidades y estamentos que nos han sido dados a todos los ciudadanos participando en actos de ideología excluyente y adoctrinamiento religioso.
Desde la Plataforma Laicista de Jerez demandamos la denuncia y derogación del Concordato y los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede, así como todos los suscritos en el mismo sentido con otras confesiones religiosas.